Toca empezar a trazar curvas geométrica, a partir de este punto hay que ser muy precisos y es obligatorio usar el compás sustituyendo la punta de grafito habitual por el portaminas. Trazamos de una sola vez, aquí la dificultad radica en que las curvas coincidan y los enlaces entre ellas queden limpios. Son ejercicios simples, pero cuesta un par de repeticiones hasta dar con la construcción perfecta. Para eso sólo hay un camino, el de la paciencia y precisión.
Toca empezar a trazar curvas geométrica, a partir de este punto hay que ser muy precisos y es obligatorio usar el compás sustituyendo la punta de grafito habitual por el portaminas. Trazamos de una sola vez, aquí la dificultad radica en que las curvas coincidan y los enlaces entre ellas queden limpios. Son ejercicios simples, pero cuesta un par de repeticiones hasta dar con la construcción perfecta. Para eso sólo hay un camino, el de la paciencia y precisión.